18.2.09

Chilenos: Siguiendo los Pasos de los Grandes

"Bolivia sufrió una extraordinaria humillación", reflexionaba poco después de haberse reunido con la presidenta de Chile el ex mandatario cubano al referirse al país al que, según sus palabras, "le arrebataron la costa marítima". El apoyo Cubano a Bolivia en cuanto a la disputa del acceso a las aguas deja a todos los chilenos con ese ya bien saboreado sabor: el de la apuñalada por la espalda; el de dar la mano y sentir que se te toman el codo; el desengaño de sentir esa picazón que tristemente nos insinúa que nuestros líderes políticos, una vez más, andan haciendo, reiterativamente, sin hacerse respetar, el más completo, absoluto y total ridículo, por todos lados.

Nos pasa cuando a algún presidente de Paraguay se le oye decir las palabras vyrésa la he’íva por un micrófono que queda inesperadamente abierto. Nos pasa cuando algúno de Bolivia decide ir a jugar a la pelota en vez de asistir con los otros mandatarios a la cumbre en la que nuestra presidenta es la anfitriona. Nos pasa cuando en el congreso Íbero Americano, la presidenta no es capaz de poner orden y el representante de Venezuela termina por escaparse con los tarros llamando fascista al ex-presidente de España, mientras el Rey de ese país sale de la sala sólo para ser desesperadamente perseguido por la presidenta. Nos pasa cuando el presidente de Argentina no tiene tiempo para recibir a la mandataria o algún general del Perú predice lo que le sucederá al "chileno que entra...". Nos pasa cuando el percusionista de alguna banda de rock ya venida a menos señala explicitamente para cuantas cervezas estaría buena nuestra mandataria o cuando en una declaración publica, su propio ministro le llama "Gordi".

Sin embargo, ahora, Bachelet se encuentra molesta. La presidenta, quién al visitar E.U. no tardó en participar como invitada en el "Talk Show" de ABC llamado "The View", no está de acuerdo con la "injerencia" que tiene "Fidel Castro" en el tema. Sin embargo, cabe preguntarse si el darse el gusto personal (inherente a muchos socialistas, y otros tantos del otro bando) de ir a visitar al revolucionario (que si bien es jefe del ejército y del partido comunista cubano, ha cedido el cargo como mandatario del país a su hermano) no tendrá algo que ver con esta molestosa "injerencia". En especial en el contexto en el que se opta por no visitar a la disidencia del régimen cubano, y se publican fotos de ella junto con el personaje. Es decir, esperando que no sea demasiado exigir coherencia ¿Cómo puede la presidenta visitar a Fidel y no a la disidencia? No tiene sentido y lo correcto es no visitar a ninguno. Pero como no entenderla, es algo que en lo personal le es muy valioso: incluso algo que contarle a los nietos. El problema, sin embargo, es que este personaje, a fin de cuentas, no tiene, ni le interesa, guardar ninguna lealtad particular por Chile. En efecto, y he ahí el problema, al ir a ver a Castro y sacarse fotos con él, la presidenta le otorga toda la "injerencia" al personaje. Bachelet debió haber marcado la pauta y no haber ido a visitar a Fidel, como un gesto de lo que son sus convicciones y las de nuestro país. Sin embargo la presidenta se encandiló por todo lo que Fidel representa, muy al contrario le marcaron la pauta y ella terminó por tomar el extraño y patético papel de una especie de seguidora, adheriente, devota, fans, admiradora o alguna insólita combinación de algo por el estilo.

Para redondear, lo importante es señalar que nuestros representantes a nivel internacional deben de dejar de comportarse como los wannabes latinoamericanos (tanto del socialismo como del modelo gringo). Si queremos ser respetados tenemos que marcar el paso con políticas, ideas, gestos y actitudes que demuestran nuestra independecia y autodereminación como país. Si no somos capaces de innovar con iniciativa y tener la valentía de, a pesar las posturas del resto del mundo, desafiar y jugarnosla por lo que realmente creemos que es correcto y se condice con nuestros intereses, estamos condenados a ser los insípidos representantes del conformismo en nuestro continente. Aunque según algunos está muy profundamente entrerrado en nuestra sangre chilena el seguir la masa, tiendo a creer que somos capaces de ser líderes creativos y originales. Es a ellos a los que todos admiran y entregan su lealtad, en cambio, nadie pone las manos al fuego por con quienes, bajo la luz de la conveniencia, no son capaces más que de sumarse o restarse de lo que ya existe, generalmente ellos son los primeros en ser traicionados.

3 comentarios:

  1. Bien dicho.
    Quien se acuesta con niños, amanece mojado, dice el dicho.
    Quien se reune con dictadores de verdad y no se atreve a elogiarlos, recibe este tipo de puñaladas.
    Bachelet, deje de admirar tanto a los Fiideles y a los Honecker, son despreciables y usted ya no es una adolescente, representa a un pais, incluyendo (a su pesar) a un 46% que no la quería pero que ha debido soportarla con mucha paciencia.

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  2. Corrijo: quien se reúne con dictadores y no se atreve a criticarlos...

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  3. Anónimo27.2.09

    Que bueno que alguien lo diga. El problema es justamente ese, como dice Cristián, que se comportan como adolescentes. Eso es lo que no lleva a no atrevernos a inventar, por ejemplo nuevas tecnologías en cuanto a la energía y sin embargo tener que estar aguantando los cortes de gas de Argentina por hacer las cosas de la forma convencional y no jugar nuestras cartas nunca (como las reservas de agua del sur). Es terrible porque cuando nunca se juegan las cartas por no atreverse a arriesgarse e innovar, pero sin embargo estas mismas desaparacen empieza a ser tan sospechoso (por ejemplo cuando el cobre iba en alza, otra oportunidad que nadie sabe donde quedó, y ahora con la crisis seguro que nos dicen que esa plata se acabo y perdió).

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