18.12.11

Gobierno de Chile: Avanzando con Traquilidad y Seguridad

El 2011 poco a poco se acaba y, a pesar de lo evidente, algunos sacan felices conclusiones. Que el sistema funciona; que la economía crece; que la fiscalía nacional económica hace la pega; que los movimientos sociales ponen sobre la mesa temas clave. De repente, como que todo este ruido empieza a parecer algo bonito, un signo de que estamos mejor que nunca. Y aunque nos demos un jacuzzi en el vaso medio lleno, lo mínimo, que como sociedad destapemos estos escándalos, no puede terminar por opacar la gravedad del problema.

Porque cómo pueden salir con que deberíamos estar más tranquilos si se descubre un problemita como el de los pollos, parece tomadura de pelo. No sólo es normal, es obligatorio ponerse un poquito nervioso, en especial si se prende la radio y escucha que entre las nunca bien ponderadas farmacias, y los siempre generosos supermercados, se pelean por poder vender algunos remedios porque hay lugares desabastecidos. Bien podría el Estado hacer un guiño de esfuerzo en abastecer de medicinas a quienes tienen dificultades de acceso.Por su parte, el tema de la educación y el movimiento estudiantil se ha desinflado bastante a estas alturas. Mal que mal, se vuelve difícil presionar con perder el año a mediados de octubre. El gobierno no estuvo a la altura nunca y las posiciones se radicalizaron, en especial cuando el foco se movió del lucro, prohibido por ley; a la gratuidad, un tema a largo plazo y que no necesariamente genera incentivos para obtener buenos rendimientos académicos. Fuera de ello, los golpes mediáticos hicieron su parte. Porque si hay un color que chille más que el rojo, vendría a ser el amarillo, sino pregúntenle a Allamand o a Golborne. Y aparte de lo terrible y lamentable; de que hubo show, hubo show. Pero si hasta falleció una persona en las operaciones de rescate, y nadie dice nada. No es de extrañar que si después se cae un toro a un pozo, el gobierno de los rescates tome cartas en el asunto. ¿Pondrán el mismo empeño si uno se cae a un pozo? De todas formas, cómo van las cosas, si tenemos suerte, la ley se va a cumplir en lo relativo a la fiscalización del lucro. Pero más allá de eso, podemos entender como algo positivo que la ciudadanía pueda (a pesar de los esfuerzos represivos) manifestarse, si lo comparamos con la dictadura. Pero la explosión social de este año da cuenta de un problema profundo en un sistema que no tiene mecanismos para escuchar a la gente y asimilar sus demandas y necesidades.

Por eso es que uno se empieza a poner un poquito nervioso cuando observa que las caras se empiezan a transformar respecto del voto voluntario. ¡Si eso era una promesa de campaña! Es inentendible que se diga que es un tema coyuntural del año, que este gobierno no fue electo para llevar a cabo reformas políticas. Sino, que le pongan otro nombre, propongo “estafas de campaña”. Y para colmo, aparecen todos los argumentos políticamente correctos de porque no convendría. Por un lado, la filosofía barata del hombre araña sobre derechos y deberes: “con un gran poder viene una gran responsabilidad”. Por otro, el conveniente simplismo, maniatado y pesimista: “es que los más vulnerables no irían a votar, les sale caro, carecen de medios e información”. Ante esto, es difícil no quedar pasmado ¿Entenderán lo que es una democracia? ¿Escucharon alguna vez eso del gobierno de la mayoría con respeto a las minorías? Porque si la gente está desinformada y no tiene posibilidades de ir a votar, el estado debe tomar un rol activo, hacerles llegar la información y facilitarles el votar. De lo contrario, si las obligamos, y lo que se afirma es cierto, les sigue costando caro y su voto sigue siendo desinformado, pero están obligados. No sé qué solución podría ser peor aún, aunque quizá después salgan con que el voto es obligatorio solo para los más pobres. Y dejémonos de cosas, la democracia no fue creada para imponerle deberes a la gente ni reivindicar apreciaciones filosóficas ambiguas; es un sistema para para obtener el bien común lo más eficientemente posible. En el momento en que el voto no es voluntario, deja de ser un derecho y se vuelve una obligación. O, puesto en otras palabras, el derecho a no votar por ninguna alternativa no puede ser anulado por una obligación artificial e impuesta, de ir a validar alguna de las dos o tres alternativas que generalmente son nefastas. La gente no puede asumir la responsabilidad de cosas en las que no tiene voz. Más aún, si la mayoría está a favor del voto voluntario y los sistemas binominal, partidario y político no escuchan a la gente.

En todo caso, a pesar de los esfuerzos, la ciudadanía está un poquito tensa. La nueva mayoría transversal se siente aplastada y no escuchada. Incluye, desde aquellas familias que con esfuerzo enorme se endeudan para poder costear una educación de mentira, hasta los PYMES que tienen que aceptar todo tipo de condiciones de pago para que las gigantes del capitalismo puedan hacer negocio. La mayoría de la gente, los que no ganan ni cobran peaje cuando la plata sale del país y termina pagando lujosos socialismos capitalistas de Europa; los que en vez de multi-RUT, lo único que tienen es cuenta-RUT; los que en vez de crédito inter-empresa, tienen que pedir plata para pagarle a ENDESA. Los que, a diferencia de Luis Larraín, creen que pedir un aumento de sueldo en tiempos de crisis no es causal de despido. Y aunque digan que para esta navidad hay que seguir buscando al caballo, ya todos tienen claro cuál es el regalo que los poderosos nos dejaron.


21.8.11

Democracia Representativa: Base para la Gobernabilidad

El sistema es de la gente y para la gente. El sistema no es ni para las instituciones; ni para los políticos; ni para los sistemas. Si no tenemos claro esto, sólo nos movemos hacia el descontento de la gente y el abuso de poder. Frente a esto, errores conceptuales de alto calibre, cómo cuando Eugenio Guzmán dice que las instituciones son democráticas porque tienen mandatos que a todos nos atañen, no tienen cabida. Las instituciones son democráticas porque tienen mandatos democráticos: las dictaduras y las plutocracias no son democráticas.

Hoy día, a nivel global, está cada vez más de manifiesto algo casi inédito en la historia de la humanidad. El fenómeno movilizador, informador y enardecedor que genera el internet. Si no lo entendemos como tal, y abrazamos, estamos condenados al conflicto. La disponibilidad de información y el ejercicio del poder se han desarrollado de manera explosiva y absolutamente asimétrica, por lo menos, durante los últimos diez años. Esto es inaudito, nunca antes había sucedido, la raíz del tan llamado empoderamiento de la gente: la red global. Esto quiere decir que, a diferencia de antaño, la información se concentra cada vez menos en las elites y cada vez está más disponible. Asimismo, esto justifica un sinnúmero de modificaciones al sistema: la real plausibilidad técnica de utilizar el plebiscito como herramienta democrática; el establecer redes y puntos de recopilación de opinión popular; inscripción automática y voto voluntario; reformas al binominal: en gran medida ese concepto tan mercadeado durante el gobierno de Michelle Bachelet y hoy tan vilipendiado por las elites, el Gobierno Ciudadano.

Es por eso que es irritante que Consuelo Saavedra se choree, objete, interrumpa y considere impertinente a la pregunta, que le respondan que el gobierno ha estado tomando medidas contingentes porque está tratando de salir del hoyo que dejó en finanzas el gobierno de Bachelet. Porque la gente sabe. Porque con la explosión de información, el modelo de la elitista pierde fuerza. La gente hace sus conexiones; los intereses se vuelven evidentes; el sistema es de y para la gente; ese canal es del estado.

Asimismo, la comparación radial entre la supuesta intransigencia del movimiento estudiantil, con la intransigencia de los niños cuando no quieren comerse la comida; es penosa. El gobierno no es el padre de la gente, no tuvo, tiene, ni tendrá nunca ese rol. Si alguien creía eso en los 80’s, en este siglo, que se vaya olvidando de la idea. El gobierno está al servicio de la gente, y de llevar el buque a donde a la gente le conviene. El sistema es para y de la gente, les otorga a los políticos y gobernantes: deberes, responsabilidades y la potestad para cumplir con estos. No se confieren o adquieren derechos. Hoy, como nunca antes, se desbarata la concepción de que la elite está ahí para influir con sus ideas en el sistema. Están ahí para poner atención y entender lo que la gente pide y necesita. Para redondear, cómo diría a Hinzpeter, se acabó el tiempo de la elite política. Es el tiempo de la información; el debate; la argumentación; sistemas de integración: el tiempo de la ciudadanía.

Desde entonces, resulta indignante que César Barros diga refiriendose a La Polar, que esto se produjo a causa de que el chileno promedio, con inferiores estándares morales, alcanza cargos directivos (seguido de una irrisoria alusión del tema a los bacanes y los nerds, y que si acaso copian en la prueba). ¡Que se diga que si esta gente era Opus Dei, no entendieron de qué se trataba! Que en su Mundomágico, Longueira atribuya el escándalo a la atomización de la propiedad de La Polar; dijo algo como que lo importante que es tomar consciencia de que las cosas tengan dueño. Pero volviendo al planeta tierra. ¡Claro! Quizá si no hubiese estado atomizada, no se hubiese destapado nunca el problema. Sin embargo, las repactaciones unilaterales debiesen haberse atajado en las auditorías. Lo que faltó fue regulación. Pero si la Price manda a unos trainees y practicantes a hacer las auditorías, y la parada, por algo que es evidente. El sistema permite que se escoja al auditor que se contrata: esto significa que si Price hubiese encendido las alertas por fraude, para la próxima, La Polar (y probablemente varios más) hubiesen preferido a Ernest y Young.

Ahora bien, hoy día se dice que un plebiscito sería una medida mala para el país. En la DC dicen que sería un fracaso de la democracia, y Frei teme por la gobernabilidad. Sin embargo, dado el estado de las cosas, cabe preguntarse si el ejercicio de la democracia incorporando métodos participativos sería en efecto un fracaso democrático, un fracaso de los políticos, o un triunfo de ambos y de la gente. El plebiscito es una herramienta, no una forma de gobierno. Y si no podemos usar herramientas que se usaron en dictadura, estaríamos sonados. Olvídense de la reforma a la constitución, al sistema, reajustes de presupuestos, o cualquier cosa al fin de cuentas. Mal que mal, fue el plebiscito el que devolvió la democracia al país, cuándo no se veía escapatoria. Tan malo no es. El sistema es poco representativo y eso nos obliga a buscar métodos más representativos. Así como hace tiempo Coloma trataba de vender que la gobernabilidad había cambiado de manos y estaba en la derecha, hoy día yo le diría que, cómo están las cosas en la alianza, la gobernabilidad ha cambiado de manos. Ha pasado a las de la gente, a las de los políticos y sistemas que escuchen a la gente. Porque el sistema es de la gente y para la gente, no podemos perder eso de vista.

Si se trata de educación, la gente está harta de los negociados, hay que escucharla. No más lucro, es decir, ningún peso más del estado a las privadas, se sabe que no funcionan sin fines de lucro. Acreditación en serio. Si no enseñan no pueden dar el título. Si no sabe quién es Nietzsche, no puede ser filósofo. Que sobrevivan las privadas buenas, que reinvierten, y que si van a hacer negocio, que sea con su platita, y con los riesgos que tiene cualquier negocio. Si no, se obliga a las estatales a bajar calidad del profesorado y reducir los recursos porque las privadas les levantan a los profesores, y se acredita lo que sea. Que las privadas que hacen negocio se tengan que adaptar para competir con las que reciben apoyo del estado, no al revés.

Es como que el estado deje de poner su plata en su banco, el Banco del Estado. Es como que el gobierno guardara los dineros de las carteras, en los bancos privados. En muchos de los personalmente conocidos, apitutados, parientes, asociados, amigos y otros stakeholders de las personas en el poder. Sin embargo, el Banco del Estado carga con una enorme cantidad de empleados públicos, no puede tomar la magnitud de riesgos que toma la competencia porque lo supervisa la contraloría, además debe dar tasas convenientes a las personas. ¿Qué pasa si ocurre lo que en EEUU con los bancos? ¿Qué pasa con la plata del estado? Hacer competir al Banco Estado por los dineros del propio estado, es terriblemente injusto, riesgoso, y no le conviene al país. El Banco Estado es un bien país más allá de lo económico. Asimismo, hacer competir a las universidades estatales con las reglas de las privadas es injusto y no le conviene al país. Hay que volver a la forma antigua, donde no se les pasaba plata a los privados. El sistema pro-inversión privada del tiempo de la dictadura se está viciando, llevándonos al extremo de que tenemos varias universidades como negocio desechable. Esto, lamentablemente implica, carreras desechables y un grave problema social. A esto se le suma la acreditación y el negociado que tienen con los créditos y, por supuesto, los bancos. Además, el estado pareciera no tener interés en la educación técnico profesional, escencial para el desarrollo. El Instituto Nacional de Capacitación, o algo similar, debiese de ser del Estado. La diferencia es que ahora los ciudadanos lo saben.

5.8.11

Marchas Universitarias: Asumiendo Responsabilidades

Como ha cambiado el clima político desde la foto del rescate de los mineros. Lo que ocurrió ayer realmente fue escandaloso. Después de la batalla, vienen las reprimendas ¿Pero cuándo van a asumir su rol? Chadwick viene a hablar de que faltó responsabilidad al convocar la marcha. Sin embargo, hay algo que es ineludible: los reales responsables de lo que está pasando. ¿Cómo se le exige responsabilidad a estos jóvenes estudiantes, si el gobierno es irresponsable? ¿Cómo? Si insistieron en disolver la marcha sabiendo que eso iba a desencadenar la batalla campal que se terminó por producirse. ¿Cómo? Si llenaron el centro de bombas lacrimógenas porque no saben manejar el conflicto. ¿Cómo? Si llevamos meses con este tema y no han sabido darle una salida decente. ¿Cómo? Si en medio de las manifestaciones, carabineros lanzó una bomba lacrimógena donde se encontraba la niña que habían atropellado. ¿Cómo? Si esa mañana el señor Hinzpeter andaba diciendo que el tiempo de las marchas se acabó. (El mismo que con responsabilidad salió diciendo que se dejaban de usar y se volvían a usar las bombas lacrimógenas, en menos de una semana).

¿Cómo puede hablar de responsabilidad, con un 26% de aprobación del presidente y habiendo llevado al país a una situación de tensión y caos tales? Irresponsable es llegar al poder con todas esas promesas falsas, provocando la indignación de toda la gente a este grado. Cómo llegamos a esto en dos años, y Chadwick dice que no fueron responsables los convocantes. Claro que no. No son responsables los dirigentes por toda el desmán que tiene Piñera en el país y el mal manejo de esta marcha. Cada ciudadano es responsable de sus actos. Cada encapuchado delincuente, de las piedras que él sólo le tiró a los carabineros. Que el Piñera salga diciendo casi que tiraba la esponja con la delincuencia, eso si es irresponsable.

En plena crisis de representatividad política, que te elijan democráticamente como senador y dejar el cargo botado para que el partido designe a un reemplazante, todo para ayudar al primo a vender la pomada con el desastre que está dejando, perdonando la palabra, esa wea es ser irresponsable.

Dañar la posibilidad de dialogo de tal manera, todo por prohibir la marcha en la alameda fue una tontera. Las consecuencias igual fueron nefastas. Muchos ni siquiera pudieron abrir sus tiendas. No sólo el centro estaba irrespirable... Irresponsables.

Porque ninguno de estos civiles detenta un cargo comparable con los cargos que si debiesen ser responsabilizados: el gobierno, los carabineros, las autoridades, cómo el señor Zalaquett. Por eso es que es indignante que Girardi salga con pancartas siendo el jefe del senado. Porque se espera que tenga una manera mejor de canalizar sus ideas dado el cargo; que se haga cargo; que esté a la altura: que sean parte de la solución. Asique, para que quede claro, irresponsables son ellos, quienes mal que mal eran responsables de mantener el orden público. Si para eso se les paga, para que se hagan cargo.

El centro de la capital es un mal lugar para que el gobierno mida fuerzas contra el movimiento estudiantil. Si la protesta, por no autorizada que sea, cobra la fuerza y violncia de esta, las autoridades están justamente obligadas a que la cosa no se escape de las manos, a que no quede la embarrada en la capital por ponerse intransigentes e intentar disolver y con ello enardecer a la masa. Pero ahora resulta que van a decir que es culpa de los dirigentes que la cosa se les escape de las manos. No sé cómo José Antonio Kast tiene cara para decir que falta liderazgo en los sectores opositores. Los llamados a ejercerlo son las autoridades no los estudiantes. Incluso aparece Mario Desbordes de con el cuento de que los jóvenes no se mueven por nada y eso es preocupante para el país. En que planeta viven estas personas... Estamos claritos…

Pero en fin… ¿De qué responsabilidad hablamos si la mitad de los pacos en las poblaciones trabajan en equipo con los traficantes de pasta base? ¿De qué responsabilidad si la policía se vuela con las bombas lacrimógenas? ¿De que hablamos si el mejor uso que le dan a las sirenas es para pasar con roja cuando no les alcanzó la amarilla? Y el señor Ubilla tiene el descaro de andar diciendo: misión cumplida, los pacos resguardaron el orden. ¿No habrá sentido el olor ayer?

Caso aparte, de todas maneras, es el señor Gajardo. ¿Ese señor está loco, o quiere que le peguen? Está peor que Larraín y el cuento del viaje a cuba. Ahora entiendo porque siempre se opuso a la evaluación de los profesores. De todas formas, la respuesta de Lily Pérez es una oda a la responsabilidad, al comparar las declaraciones, con Hitler. Es irritante que exijan altura de miras a los civiles si las autoridades no las tienen.

En todo caso, el lucro en la educación es algo por lo que muchos políticos están dispuestos a aguantar que quede la cagadita. Por eso van a seguir con el cuento de la mala comunicación y de todo lo bueno que se ha hecho, van a seguir con la chiva. Sino cómo Desbordes puede venir a decir que el problema es que no se ha comunicado todo lo bueno que se ha hecho. ¿Con que cara? Si Piñera, de hace un año, de lo único que anda preocupado, es de la foto con el papelito de los mineros, o con Obama, o lo que sea.

Sino cómo explicamos a Cristián Monckeberg frente al tema de participación, salga vendiendo la pomada de los plebiscitos municipales, para ver si hacen o no la plaza en la esquina. Cómo si ese fuese el tema país. Estamos hablando de sistemas de integración en serio: redes, participación, opinión ciudadana.

Pero estos siguen pensando que la demanda de la gente busca que ellos se pongan de acuerdo entre ellos, y no en que escuchen al pueblo. Por eso es que Juan Antonio Kast se queda sin palabras coherentes cuando debe decir porque encuentra innecesarios y no está de acuerdo con los plebiscitos, la participación simplemente no le gusta. Cómo puede hablar de intransigencia del movimiento si en la misma entrevista dice que: la libertad de que los padres puedan escoger un proyecto educativo, eso no está dispuesto a transarlo él. Espero que no se refiera a que el lucro es igual a la libertad de escoger un proyecto educativo para los padres.

7.7.11

Marchas Universitarias: El Gran Cambio en la Educación

Miles de ciudadanos que se movilizan en las calles; diferentes banderas, algunas más masivas, otras menos: catarsis ciudadana. El lucro en la educación, es en efecto el paradigma del sistema llanamente flayte que se instaló en Chile, digámoslo así, desde los últimos doce o doscientos años. Y quién puede culpar a Lavín, por lo menos, particularmente a él, si es otro bicho más del mismo insectario, otro cruentis manibus. Si no es el canal de la tele, es la clínica, sino una inmobiliaria que lucra con las instituciones sin fines de lucro, o sino, cualquier cosa, una empresa que vende semillas, lo que sea.

De todos modos, si Lavín parece llevarse una buena porción de los combos, por algo será. Hay algo más en la educación. Partamos por, lo político y lo personal: porque, de que los comunistas iban a apalear a Lavín, esa wea' era de cajón. ¿E históricamente, dónde se manifiestan los comunistas? ¿Ah? Hagamos un minuto de silencio entonces por la brillante idea de poner al supernumerario presidenciable de la ultraderecha a dirigir el supuesto Gran Cambio en la Educación, y sus gráciles sutilezas. Quizá fue con particular malicia por parte de Piñera.

Segundo, viene lo sistémico e irracional: porque claro, la concertación está igual de embarrada en este tipo de maromas. Mal que mal, en este país no ganó la derecha, perdió Frei, eso fue lo que pasó. Lo otro vino de coletazo. Piñera ganó porque nadie quería a Frei diciendo con su amable tono "¡Más estado, menos mercado!" Porque igual no había mucha confianza cuando el marido de la Karen alababa a Evo Morales y proponía cambios en la constitución. Porque el voto no es voluntario y la inscripción sí. Porque el sistema binominal y los partidos ya no representan a la gente. Cómo explicar que la concertación esté discutiendo sobre el eje ideológico mientras se daba la más grande convocatoria en las calles, de los tiempos modernos, a nivel nacional. Cómo explicar que el presidente DC estaba de acuerdo con adelantar las vacaciones. Están esperando que la derecha haga lo suyo, y les toque de nuevo. Nadie se ha replanteado nada por esos lados. Por eso tienen a la Bachelet bien fondea’, por allá lejos. El sistema político está en crisis de representatividad porque el padrón electoral, el mecanismo binominal y el sistema partidario actual, están todos estancados y son anacrónicos. Hoy día la tecnología y el avance cultural dan para algo un poco más decente, representativo y, a fin de cuentas, legítimamente democrático. Pero muchos políticos piensan que pueden seguir siéndolo sin orejas, por la vía de la revelación autovalidada. De lo que no se dan cuenta es de que el sistema democrático que tenemos está expuesto por este tipo de mezquindades, y mientras menos escuchen, más malestar ciudadano, y más nos arriesgamos al surgimiento de: la polarización, el radicalismo y las ideas extremistas o revolucionarias.

Luego, hay que mencionar lo real y educacional: porque a diferencia de la marcha contra HidroAysén, dónde todos nos hacemos los huevones extrañados de tanta manifestación como si nadie se acordara del spot publicitario de Patagonia sin Represas; el sistema actual de educación no salió en la tele, pero si toca concretamente a muchos ciudadanos, hoy, ahora, y desde hace harto rato. Porque el lucro en la educación, de hecho tiene consecuencias: todos quieren venderte ingeniería, nadie quiere enseñarte a ser técnico. Total, si el ministerio acredita legal y económicamente cualquier cosa, pa’ que vamos a tener técnicos. Y sería excelente si fuese verdad, seríamos un país exportador de profesionales, a la americana. Pero si la gente sale no sabiendo nada, hay un problema, en especial porque lo que está fuera de cuestión es que te cobran, y eso sí, te cobran a la americana.

Por último, habría que tocar el tema comunicacional y de manejo político, que bien se relaciona con lo primero que se mencionó: porque la gente también está chata de que le mientan. Y aunque algunos insisten en que esto puede llamarse un problema de estrategia comunicacional, lo cierto es que es un problema de sinceridad. Yo no se si esperaban que de ese almuerzo con los líderes de la concertación, Osvaldo Andrade saliera diciendo “Piñera tiene todas las papas asique le vamos a hacer caso de ahora en adelante”. Piñera salió elegido como la menos peor alternativa, luego de prometer una serie de cuestiones que simplemente no podía cumplir. Y no es algo de manejo político: la UDI era el piso donde estaba parado, lo que pasa es que no se veía en la foto. Porque ¿Acaso alguien cree que a Piñera le importa un coco que se casen o no los homosexuales? En cambio, la UDI no va a dar espacio ni para la discusión, aunque haya sido promesa de campaña. Mal que mal, es la palabra de Piñera la que está en juego, y con lo desvirtuada que está hoy en día, es irrelevante. Por eso es que la gente está chata de las mentiras, de que anuncien con pompa una pila de cuestiones que en la práctica significan todo lo contrario, cómo el crecimiento de una serie de cifras linealmente dependientes de la concentración de poder en todas sus esferas, y el consecuente empobrecimiento del resto del mundo. No queda más que irritarse si las casas se desmoronan para el terremoto, y después nos muestran con orgullo un índice de crecimiento en el sector de la construcción y/o el retail. No siempre es necesario recurrir a maniobras tipo, “La Polar” para tener buenos números. Pero, aunque estemos todos chatos, chatos, chatos, entendamos una cosa: la UDI que cogobierna, es un partido polar: que se alimenta en gran medida de una respuesta temerosa e intolerante al flagelo de la delincuencia; que ganó popularidad durante los gobiernos concertacioncitas que pésimo lo hicieron en ese sentido, y debido al sistema judicial que es un lastre. La UDI surgió en los tiempos de la dictadura; tiene sus cimientos en espejismos santeros de Jaime Guzmán; es el partido reaccionario en Chile: el conservadurismo a ultranza. ¿O alguien creyó eso de, con Lavín, viva el cambio?

22.5.11

Primer Año de Piñera: Pedaleando Hacia un Chile Estable

Después del discurso del 21 de Mayo, por un momento pareció como que viviéramos en un país entendible. Pero luego de escuchar y recordar las declaraciones políticas que se fueron generando, es evidente que siempre han estado haciendo lo mismo, lo que les conviene. La bicicleta del empate es la que mueve al mundo político.

Una cosa es que la concertación busque modificar la ley del post-natal. Otra muy distinta es que la ministra reclame que porque durante los gobiernos de la concertación se redujo el fuero, eso justifique que ahora se haga otra vez. Más lejos va el hecho de que cambiar el límite de la cobertura invierta totalmente (para ellos) la funcionalidad, de una ley netamente pro ISAPRES. Pero rayando en la demencia, como de costumbre, se encuentran las declaraciones de Longueira, tildando la situación cómo “el inicio de la destrucción de la democracia chilena”.

No está demás decir que la verdad queda hace tiempo atrás. No importa, al parecer, no es útil. Porque si realmente les importaran los menores y la maternidad: las familias, estaríamos hablando de eso. Si realmente fuesen importantes la discriminación laboral para con la mujeres del país, la ley no sería discriminatoria y establecería un postnatal tanto para padres y madres, por igual (como en efecto ocurre en muchos países desarrollados que han logrado mitigar la desigualdad de géneros en el ámbito laboral). Pero en fin, terminamos con una propuesta francamente “indecente”: el trabajo de mujeres de menor ingreso vale menos que el de los hombres en ese tramo: están obligadas a tomarse el postnatal. Para las afortunadas que del tramo superior, las familias tienen menos derechos: los niños, menos derecho al tiempo de sus mamás. Y porque no decirlo, si el postnatal es conversable y con un tope máximo de sueldo, es estar atadas de manos; al final no se puede optar por eso, como tantas otras cosas virtualmente opcionales.

Análogamente, podemos decir que el proyecto en Aysén puede o no destruir un paño de tierra pequeño e irrelevante, o, dramáticamente endémico y fundamental para la sustentación de toda la biodiversidad del país y la biósfera. Otra cosa distinta es señalar que porque la concertación realizó más de cien proyectos termoeléctricos, esto valida hacer cualquier cosa. Para ir más lejos, habría que dar una cifra cuestionablemente sorprendente sobre cuánta de esta energía va para la minería, mientras el vacacionante biministro de Minergía, y “HomeCenter”, tratan de hacer que compremos la ampolletas chinas ahorradoras, que cuestan cada vez… ¿Más caras (en el país)? Pero, rayando en la demencia, como de costumbre, se encuentran las excelentes declaraciones de Larraín, diciendo que los comunistas debiesen hacer una represa llena de sangre porque son los “patrones de Czarnobyl”, que sus alegatos no tienen fundamento.

Asimismo, la verdad quedó hace tiempo atrás porque parece no serle útil a nadie. Por qué si realmente les importara lo que paga la industria y el consumidor por los servicios básicos no estaríamos privatizando las sanitarias (y pedazos de CODELCO); y regalando el agua a monopolistas energéticos, atando ambos recursos esenciales para el desarrollo doméstico. Si realmente el estado estuviese comprometido con la micro, pequeña y mediana empresa, y el ciudadano, tendría una política racional que asegurase el acceso a, por lo menos, lo que la constitución, al parecer, al día de hoy, simplemente propone o sugiere. Si les importara el planeta, sería otro Chile: nos obliga a partir de la base que no…

El país no puede sostenerse sobre la base de la mediocridad. Porque anteriormente se hayan hecho las cosas muy mal, no da derecho a hacerlas “Cada día Peor”. De lo contrario, seguimos pedaleando en esta bicicleta mediocre, dónde cada vuelta es igual de mala que la anterior.

Porque, si realmente les importara el ser humano promedio, les importaría aliviar y facilitar la forma de vida de los chilenos. Sopesaríamos la conveniencia del tratado TransPacífico, y de la participación de consideraciones gringas en el comercio de nuestro país "pirata" con Asia, particularmente en temas de propiedad, importación y consumidores. Hubieran "googleado" lo mínimo, antes de prohibir y pasar el bochorno lacrimógeno. Habría soluciones más serias que agarrarse a palos como encapuchados y pacos. Habría declaraciones más serias para el post-natal, que amenazar con que nos van a mágicamente superfiscalizar el tema de los reflujos. Habría realmente plata y preocupación en el desarrollo de energías no convencionales, y la creación de una política energética razonable (que lógicamente considere los aspectos de una economía doméstica normal, en serio).